Voy a analizar brevemente el concepto de verdad de Heidegger y las consecuencias que surgen de la aceptación de su pensamiento. Las críticas que formularé a su pensamiento, podrían haber sido hechas a muchos otros filósofos también, pues en el fondo es una crítica a toda filosofía que parta de la idea de que es necesario que exista el hombre para que haya verdad. Elijo a Heidegger porque es el filósofo contemporáneo que más consecuentemente desarrolla a fondo el pensamiento antropocentrista desde Aristóteles, y porque fué obligado por el destino a aplicar su pensamiento en la praxis en momentos decisivos de la historia, cosa que otros se libraron de tener que hacer.

"Ser" y "lo que no es" solo existen en tanto que la verdad sea. Y la verdad solo es en tanto, y mientras, que el Dasein sea" (1) Con esto Heidegger nos está diciendo que no existe una verdad absoluta, independiente del hombre, sino que solo mientras el hombre sea (como Dasein) habrá verdad. Inmediatamente Heidegger hace la aclaración de que no se crea que él piense que la verdad es "subjetiva" (en el sentido cotidiano de que obedece a la creencia o antojo individual de cada persona) y aduce que, sólo porque la "verdad" es un modo de ser del Dasein en tanto descubrimiento, es que luego se puede deducir una "subjetividad" (en el sentido común de la palabra) de este Dasein.(2) Con esto se está diciendo, que si bien la verdad no depende del antojo subjetivo de cada individuo, inevitablemente aquello que se le presente (se le desoculte) es lo verdadero, y se debe dejar ser a ese desocultamiento, es decir aceptarlo tal y como se presenta.(3)

Pero no nos podemos referir a aquello que se nos ha "desocultado", sin "ocultarlo" nuevamente fijando lo "desocultado" en ideas, expresadas por ejemplo con palabras (Heidegger diría que haciendo uso de las palabras). Por eso se podría suponer que la "praxis" sugerida subyacentemete (aunque heidegger niegue que se pueda proponer una praxis) si queremos percibir mejor el desocultamiento, es el callar en lo posible y limitarnos a contemplar el ser, como proponía Heráclito. Ahora bien, Heidegger dice, por otra parte, que la contemplación de lo existente tiene el mismo carácter de preocupación que la acción política o la diversión relajante.(4) Esto dicho de otra manera querría decir que llevando a cabo una acción política el hombre se preocupa tanto de su existencia ("interpreta su existencialidad a modo de 'preocupación'" (5)) como cuando "se limita" a la aprehensión contemplativa de lo existente. Pero cuando uno lleva a cabo una acción política inevitablemente se tiene que basar en algún juicio de valor. Heidegger sin embargo considera justamente una calamidad que el hombre contemporáneo juzgue al mundo según "valores".(6) Aunque parece reconocer que el hombre cuando asume una actitud "puramente contemplativa" también está dejando infiltrar pre-juicios.

Una percepción puramente contemplativa de la realidad significaría una percepción de imágenes indefinidas (borrones) ruidos, etc. No podríamos interpretar lo que se "nos desoculta" si no pudieramos diferenciar la unidad en lo que se nos presenta. Desde que el hombre nace aprende a guardar lo aprehendido mediante lo que Platón llama las ideas. A estas ideas (aunque nos lleve toda la vida precisarlas adecuadamente) las aprendemos a plasmar con ayuda de palabras. De este modo podemos guardar lo aprehendido en la memoria y elaborar otros pensamientos a partir de ello. Como bien dice Heidegger las palabras "ocultan" al ser, entre otras cosas, porque están contaminadas de una serie de juicios de valor. Las ideas que subyacen a las palabras (aunque Heidegger no crea en la existencia de esas ideas) están también contaminadas muchas veces de juicios de valor (es trabajo del hombre precisarlas mediante la dialéctica a lo largo de su vida (7)). Volviendo al hombre en "actitud puramente contemplativa", se entiende que ese hombre en su contemplación está distinguiendo unidades (ideas) como por ejemplo al caminar por el pasillo de la Universidad Católica podría distinguir árboles, flores, otros "Dasein", el concepto de tiempo, el concepto de profundidad (para poder dar un paso adelante), la alegría (cuando un amigo lo saluda), la unidad, el grupo, el bien y el mal, etc. No podemos captar todo lo que se nos presenta en esos momentos. Nos limitamos a captar partes y solo podemos hacerlo con ayuda de la distinción de unidades (ideas). Pero no podemos afirmar que todas nuestras ideas estén definidas con total claridad, y por lo tanto no podemos afirmar que todo lo que percibimos desocultarse ante nosotros corresponda realmente a parte de la totalidad que se nos desoculta, como piensa Heidegger.

Heidegger piensa que la verdad solo puede ser en tanto y mientras que el Dasein sea (1), supuestamente porque sino nadie podría referirse a ese desocultamiento, es decir no se le estaría desocultando nada a nadie. Esta posición antropocentrista es facilmente rebatible (trataré de rebatirla más adelante), pero no debe ser tomada a la ligera, como un "detalle" del pensamiento heideggeriano, sino que debe verse en él el reflejo de una actitud arrogante del hombre con respecto al universo. Heidegger rechaza abiertamente aqui la existencia de una verdad (en el sentido platónico) permanente y universal (8). Por lo tanto rechaza la existencia de un bien y un mal absolutos, pues estos serían valores creados por el hombre con ayuda de la palabra y el sentido de esas palabras (que no harían referencias a ideas, según Heidegger, sino que ocultarían y desocultarían a la vez algo el ser desocultante) dependerían por lo tanto del sentido que el Dasein les da, cuando hace uso de ellas. Esto tiene consecuencias importantes, tales como que el nazismo puede haber sido bueno o malo, dependiendo de lo que percibe (o cree percibir) el Dasein. En otras palabras, si acepto el concepto de Dasein y su relación con del desocultamiento del ser, en el sentido propuesto por Heidegger, no puedo "echarle en cara" luego su participación con el régimen Nazi, pues esta participación es tan consecuente con su pensamiento como podría haber sido su no-participación. De esta participación no podría decirse tampoco ni que fue buena, ni mala, simplemente se puede decir, como Heidegger mismo consecuentemente dice: fué lo que él consideró bueno en ese momento. Si respetamos a Heidegger y a su pensamiento debemos por lo tanto respetar su vinculación con el partido nacionalsocialista como una decisión de un momento de su vida (tal como él mismo lo afirma) y de la cual él no se arrepiente. Según el pensamiento heideggeriano, no habría tampoco por qué "sentirse culpable" (en el sentido cotidiano de sentirse culpable de algo), pues "ser culpable", no es, para Heidegger, más que ser la causa de las deficiencias en el Dasein de otros, es decir, ser causa por ejemplo de que otros sean amenazados o exterminados en su existencia o conducidos por caminos errados. Pero el Dasein no tiene "la culpa" (en el sentido occidental del término) de ser esa causa. Por lo tanto no se lo puede "culpar" de nada es decir, no se pueden emitir juicios de valor con respecto a sus acciones. Sin embargo me parece que se puede deducir, que Heidegger piensa, que el Dasein debería aspirar a no llegar a ser la causa del perjuicio a otros Dasein. En base a esto, es que él trata de justificarse ante el mundo y desmentir haber cometido ciertas barbaridades que se le atribuyen. También es probablemente en base a esa creencia que él más tarde afirme que la filosofía no pueda proponer una ética, porque ningún hombre puede llegar a una totalidad de la comprensión del ser, y por lo tanto cualquier propuesta ética, correrría el riesgo de conducir al hombre por mal camino ( y acá el puede hablar por experiencia propia).

Volveré ahora al punto de que la verdad pueda ser solo mientras el Dasein sea.

No porque en este instante en otro planeta exista un árbol que ningún hombre está contemplando, ese árbol no "es". Por otra parte, ¿desde cuando existiría la verdad según el criterio heideggeriano? Si partimos de la teoría evolucionista, tendríamos que suponer la existencia de verdades relativas, es decir "desocultamientos relativos" en el caso de los "eslabones perdidos" y si partimos de la existencia de un Dios creador de Daseins estaríamos afirmando la verdad eterna, es decir el "desocultamiento eterno" ante sí mismo (podría alegarse que Dios no tiene por qué estar limitado como los humanos a tener que percibir el desocultamiento del ser, pues eso sería "antropizarlo"). Pero Heidegger rechaza la existencia de verdades eternas justamente llamándolas "rezagos de la teología cristiana". También cabría preguntarse como es el "desocultamiento" con respecto a los retrasados mentales, animales y posibles seres extraterrestres, por ejemplo. Más tarde Heidegger parece percibir este problema y desarrolla una "filosofía de lo orgánico" (9) en la cual habla de que la piedra no tiene universo, los animales son pobres de universo y el hombre es creador de universo (den f .f 49)

En 1933 Heidegger es obligado a elegir. A diferencia de otros filósofos que no tuvieron que someter a su teorías a la prueba de fuego : la práctica, él tuvo que tomar decisiones, que le costaron la crítica y el desprecio de muchos. Así Farías se complace en escribir un libro lleno de pruebas de la afinidad de Heidegger con el nazismo y no hay por qué tomarse la molestia de negar todos los cargos que se le hacen, ya que Heidegger mismo acepta haber pensado en ese entonces que el camino del nacionalsocialismo podría ser el mas correcto. Lo interesante de este hecho no es descubrir cuantas barbaridades pueda haber hecho o no, partiendo de su afinidad con aquel régimen, sino analizar como es que su pensamiento podía ser afín al pensamiento nazi, análisis del que tal vez podríamos deducir alguna enseñanza.

Si creemos que la verdad es aquello que se nos desoculta, o si se quiere en otros términos: aquello que se nos revela es el desocultamiento del ser, entonces debemos aceptar que los hechos que Heidegger contempló parcieron revelarle que el camino correcto a seguir era el del nacionalsocialismo (cosa que él mismo afirma). Lo interesante de esto es que de haber vivido en otras épocas, o en otro espacio cultural tal vez hubiera apoyado otro tipo de régimen como el democrático, el marxista, el anarquista o cualquier otro, de habérsele obligado a tomar posición suponiendo además que hubiera llegado a desarrollar un pensamiento semejante al que ha desarrollado en el tiempo y espacio de su vida. Su pensamiento aparentemente no propone ninguna ética específica (10). Pero así como el anarquismo no propone aparentemente nada específico y en realidad sí propone que no hayan reglas ni gobernantes, el pensamiento de Heidegger nos dice que no debe haber una ética específica y que no se le debe decir a otros lo que deberían hacer. Si a esto le agregamos que dice que debemos tomar al desocultamiento tal como se nos presenta, tenemos ya una idea aproximada de lo que nos propone: Retirarse del mundo mundano. No meterse en política. En caso de hacerlo, no hacerlo del lado de la oposición minoritaria pues eso de algún modo sería no aceptar el desocultamiento del ser tal como se nos presenta. En este sentido Heidegger tiene rasgos conformistas como Hegel (hay que estar de acuerdo con el Weltgeist).

Heidegger no puede decirnos qué camino seguir, aclara que ni la filosofía, ni ningún otro tipo de pensar podrá indicar cual podría ser el camino a seguir y al final de su vida concluye que solo un Dios podrá salvarnos (11). A este Dios nosotros (los Daseins) no lo podemos traer ante nosotros con el pensamiento. Solo podemos preparar una disposición para que el Dios aparezca o podemos desaparecer ante el Dios ausente. ¿Qué quiere decir esto? Lo más interesante de esta afirmación sin duda es el reconocimiento de la limitación del Dasein, en el sentido de que, para empezar, no podemos lograr que algo se nos desoculte, así creamos que lo estamos haciendo. Heidegger había dicho antes, que lo que se nos desoculta es el ser. Este desocultamiento no necesariamente tendría que responder a una "realidad""objetiva" aparte, sino que aquello que percibimos, ya sea que fuera "lo verdadero" o "lo aparente", en el sentido cotidiano de los términos es la verdad, el desocultamiento. Pues bien aquí Heidegger está dando un paso atrás (o hacia adelante) pues si Dios se desoculta ante mí (o mejor dicho, yo alucino que así es), Heidegger diría que no es así, que no se trata de un desocultamiento (una verdad) pues no se puede traer a Dios ante uno con el pensamiento.

El hombre está amenazado según este último Heidegger por una fuerza peligrosa: el movimiento planetario de la técnica contemporánea. Lo único que le quedaría (ya que ni la filosofía, ni el pensar podrán guiarlo por mientras para enfrentarse a este poder) es abrirse al advenimiento o a la ausencia de Dios.(13)

Hay que remarcar que el movimiento nacionalsocialista es entendido como parte de este "movimiento planetario de la técnica contemporánea". Esto quiere decir, que se nos está diciendo que solo un Dios puede salvarnos de "ser arrancados de la tierra" siendo conducidos por caminos como por ejemplo los del nacionalsocialismo.

Antes de morir Heidegger parece reflexionar sobre las posibles consecuencias que puede tener una interpretación (que no es necesariamente la que él quisiera que se haga) del Dasein como medida de la verdad (del desocultamiento de los entes). Advierte (tal vez para no tener que volver a ser la causa de que se le utilize para fundamentar regímenes o movimientos que "perjudiquen" a otros Dasein en su existencia) que existe una fuerza superior al Dasein (la del movimiento planetario de la técnica contemporanea) y que a su vez el hombre debe buscar un camino en actitud humilde, ya que solo un Dios podrá salvarlo finalmente. ¿ no se nos está diciendo acá que el hombre debe ser humilde con respecto a la interpretación de lo desocultado, pues hay un Dios (¿un bien absoluto?) con respecto al cual podemos equivocarnos y terminar dañando a otros Dasein, cosa que a su vez nos llevaría a la exterminación del Dasein ante la ausencia del Dios (de un bien absoluto)? Fué aparentemente la intención de Heidegger dejar este tema abierto.

Termino señalando, que es justo, aceptar la vida de Heidegger tal y como fué, para aprender de ella y comprender así mejor su primer pensamiento, así como el probable motivo de la forma que toma su pensamiento en la última etapa de su vida.

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